miércoles, 12 de agosto de 2015

LA LUCHA CONTRA EL REVISIONISMO KRUSCHOVITA



CAMPAÑA CONTRA EL VIEJO Y EL NUEVO REVISIONISMO

-SEGUNDA ENTREGA-


LA LUCHA CONTRA EL REVISIONISMO KRUSCHOVITA

En 1963 las posiciones revisionistas de la burguesía burocrática «soviética» presentaban ya un alto grado de sistematización, desarrollo y coherencia interna. Un producto de esa sistematización, de ese taimado plan revisionista, se expone en «Kommunist», órgano teórico del PCUS, donde se publicaba un documento («Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional») que trataba de descalificar las posiciones comunistas del Partido Comunista de China (PCCH), en su combate a las tesis del XX Congreso del PCUS, calificándolas de «oportunismo de izquierdas». El documento fue rebatido contundentemente por el PCCH poniendo en evidencia no sólo el anticomunismo de Kruschev y del PCUS, sino también desenmascarando el uso de la mentira por parte de los revisionistas como arma política.
Sobre las mentiras, la primera y más descarada, fue la afirmación de que la lucha contra las tesis revisionistas levantadas por el XX Congreso no empezaron hasta 1960, tesis repetida hasta la náusea por Hoxha (paradigma y paladín de la felonía y el oportunismo) algunas décadas más tarde.
De esta forma, el PCCH, dirigido por el Presidente Mao, contestaba de forma contundente, y al mismo tiempo, refutando con hechos, las afirmaciones de «Kommunist» centrando en el fondo del asunto:

[…] la carta abierta del CC del PCUS difunde una versión según la cual las divergencias en el movimiento comunista internacional fueron provocadas por los tres artículos que publicamos en abril de 1960 bajo el título de Viva el Leninismo. Esta es una mentira monstruosa.
¿Cuál es la verdad? La verdad es que ya hace más de siete años se inició toda una serie de divergencias de principio en el movimiento comunista internacional. Concretamente, estas divergencias se iniciaron con el XX Congreso del PCUS en 1956. («Las divergencias se iniciaron con el XX Congreso del PCUS», Redacción del Renmin Ribao y la redacción de la revista Hongqui, 1963.)

Sobre los puntos importantes de las posiciones rusas, además las publicadas en 1963, trataremos algunos de los más significativos, presentando primero y entrecomilladas las argumentaciones revisionistas de «Kommunist», pasando a comentarlas después. También se han incluido anotaciones nuestras en las citas más extensas, presentadas al final del presente documento; esto se realiza con el fin de facilitar la lectura de todo el documento y ver el calado de inmoralidad, miseria y tergiversación de la que hizo gala Hoxha diciendo y luego desdiciéndose oportunistamente después de la muerte del presidente Mao.



Sobre la lucha de clases en el socialismo:

                      Hablando de la lucha de clases en la sociedad soviética los camaradas chinos transfieren mecánicamente las leyes objetivas del desarrollo de la sociedad en el período de transición del capitalismo al socialismo, al período de paso del socialismo al comunismo. Durante el paso al socialismo en la sociedad existen realmente clases antagónicas, existe la lucha de clases. Pero otra cosa es cuando el socialismo ha triunfado, cuando se ha afianzado la propiedad social sobre los medios de producción y están liquidadas las clases explotadoras y las causas que las engendran. Pues no es posible impugnar el hecho de que la sociedad soviética está constituida por dos clases amigas de trabajadores socialistas, los obreros y los campesinos, así como también los intelectuales del pueblo.Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)

Comentario:
Tanto a nivel nacional como a nivel internacional los revisionistas rusos manejaron una tesis ajena al marxismo en torno a la lucha de clases. De la argumentación de los revisionistas sobre sus tesis de «transición pacífica», «coexistencia pacífica» y «Estado de todo el pueblo» se deduce que las clases explotadoras se acaban suicidando. Contraria a la tesis comunista, expresada en numerosas ocasiones por los grandes jefes del proletariado, y a la experiencia histórica, cuanto más débil es una clase explotadora más se esfuerza en sobrevivir y más brutal es su resistencia a desaparecer. Citamos a J. Stalin:

En la historia no se ha dado jamás el caso de que las clases moribundas se retirasen voluntariamente de la escena. No se ha dado jamás en la historia el caso de que la burguesía agonizante no apelase a sus últimas fuerzas para defender su existencia. Lo mismo si nuestro aparato soviético de base es bueno que si es malo, nuestros avances, nuestra ofensiva, reducirán y desplazarán a los elementos capitalistas, y éstos, las clases agonizantes, ofrecerán resistencia por encima de todo. (J. Stalin. “Sobre la desviación derechista en el P.C.(b) de la U.R.S.S.”. )

 El interés de la burguesía burocrática soviética en el Poder no era otro que esconder y legitimar su dictadura, negando la existencia de la lucha de clases en la U.R.S.S., y a nivel internacional esconder su nueva política chovinista e imperialista.



Caracterización de la época actual:

El sistema socialista es la fuerza determinante del movimiento revolucionario mundial. Con esto evidentemente no está de acuerdo la dirección del PCCH. Justamente por ello plantea con machaconería la cuestión del epicentro del proceso revolucionario mundial.
A juicio de los camaradas chinos, este epicentro o «principal zona de tormentas», lo constituyen las regiones de Asia, África y América Latina, donde cobra auge el movimiento nacional liberador. Paralelamente, atribuyen una importancia secundaria, suplementaria, a la lucha de los dos sistemas contrapuestos, el socialista y el capitalista, pese a que precisamente entre ellos se despliega en escala gigantesca la batalla histórico-mundial de cuyo desenlace depende el futuro de toda la Humanidad. («Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)
El PCUS y todo el movimiento comunista mundial rechazan resueltamente, como no marxista, la tesis de que la vía de la revolución obligatoriamente pasa por la guerra. (Ibíd.)

Comentario:
Punto destacado en la lucha de dos líneas fue la caracterización de la época actual.
Para justificar su política de «coexistencia pacífica», los revisionistas rusos sostuvieron que la teoría de Lenin sobre el imperialismo ya no se correspondía con la realidad. Que Lenin formuló supuestamente sus tesis sobre el imperialismo en el momento de «apogeo» de éste, pero que ahora, el momento era otro. Según estos traficantes, el campo socialista era tan fuerte que el imperialismo estaba en retirada. Por tanto, las luchas de liberación nacional, no sólo eran secundarias, sino que la lucha armada se convertía en algo sólo táctico y sólo justificable cuando la burguesía no permitía la vía legal para la lucha por reformas. Esta posición (cretinismo parlamentario, unido a la lucha armada como táctica) es sostenida hoy por el nuevo revisionismo, con el membrete de “maoísta”. Pudimos leer hace poco tiempo, en un documento difundido por los que están haciendo públicos documentos falsos a nombre del PCP, lo siguiente: «El manejo magistral de la combinación entre la lucha legal y la ilegal es la mejor línea de actuación. La participación en elecciones no es la forma principal de lucha sino solo una de ellas.» («Sobre la necesidad de un debate para conseguir la unidad de acción de las fracciones del PCP ante la llegada del ejército yanqui a Perú»).
El siguiente texto es el punto 8, de lo que se llamó «La carta china» (1963), donde se expone con claridad la posición del PCCH y deja en evidencia los intereses nacionales de las posiciones rusas:
«Las vastas zonas de Asia, África y América Latina son las zonas donde convergen las contradicciones en el mundo contemporáneo; son las más vulnerables de las zonas que están bajo la dominación imperialista, y constituyen los centros de la tempestad de la revolución mundial, que en la actualidad asesta golpes directos al imperialismo.
«El movimiento revolucionario democrático nacional en estas zonas y el movimiento revolucionario socialista internacional son las dos grandes corrientes históricas de nuestra época.
«La revolución democrática nacional en estas zonas es una importante parte integrante de la revolución mundial proletaria de nuestros días.
«La lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África y América Latina golpea y debilita seriamente los cimientos mismos de la dominación del imperialismo y del colonialismo viejo y nuevo, y es en la actualidad una fuerza poderosa en defensa de la paz mundial.
«Por lo tanto, en cierto sentido, la causa revolucionaria del proletariado internacional en su conjunto depende del desenlace de la lucha revolucionaria de los pueblos de esas zonas, que constituyen la abrumadora mayoría de la población del mundo.
«Por lo tanto, la lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África y América Latina no es en absoluto un asunto de mera significación regional, sino de importancia general para la causa de la revolución mundial del proletariado internacional en su conjunto.
«Ahora hay quienes niegan la gran significación internacional de la lucha revolucionaria antiimperialista de los pueblos de Asia, África y América Latina y, so pretexto de eliminar las barreras que dividen a la gente según la pertenencia nacional, el color de la piel o el principio geográfico, tratan de borrar la línea divisoria entre las naciones oprimidas y las opresoras y entre los países oprimidos y los opresores y procuran refrenar la lucha revolucionaria de los pueblos de dichas zonas. Intentan, en realidad, acomodarse a las necesidades del imperialismo y crear una nueva “teoría” para justificar la dominación del imperialismo en estas zonas y la promoción de su política de colonialismo viejo y nuevo. Semejante «teoría» no está destinada en verdad a eliminar las barreras que dividen a la gente según la pertenencia nacional, el color de la piel o el principio geográfico, sino a preservar la dominación de las llamadas «naciones superiores» sobre las naciones oprimidas. Es del todo natural que semejante «teoría» demagógica tropiece con el boicot de los pueblos de dichas zonas.
«La clase obrera de los países socialistas y de todos los países capitalistas debe realmente llevar a la práctica las consignas combativas de “¡Proletarios de todos los países, uníos!” y de “¡Proletarios y naciones oprimidas de todo el mundo, uníos!”, estudiar la experiencia revolucionaria de los pueblos de Asia, África y América Latina y apoyar con resolución sus acciones revolucionarias; debe considerar la causa de la liberación de estos pueblos como el más seguro apoyo a su propia causa y como algo que va directamente en su propio interés. Esta es la única manera de quebrar efectivamente las barreras que dividen a la gente según la pertenencia nacional, el color de la piel o el principio geográfico, y así es el verdadero internacionalismo proletario. La clase obrera de los países capitalistas de Europa y América no puede liberarse sin la alianza con las naciones oprimidas y sin la liberación de estas últimas. Lenin tenía razón cuando decía: “En realidad, el movimiento revolucionario en los países adelantados sería prácticamente un engaño, sin la unión completa y más estrecha de los obreros en la lucha contra el capital en Europa y América con los cientos y cientos de millones de esclavos ‘coloniales’ oprimidos por el capital”.»


Sobre la “hegemonía” de la clase obrera:

                      Es del todo evidente que el concepto de «zona intermedia» suplanta el enfoque social por el geográfico. Huelga demostrar que los países subindustrializados tienen agudísimas contradicciones, aparte de con los EE.UU., también con otros Estados imperialistas: Inglaterra, Francia, RFA, Japón. No obstante, la teoría de la «zona intermedia» agrupa en esencia en un todo único a los países imperialistas (excepto los EE.UU.) y, en general, a todos los países capitalistas desarrollados con los países y pueblos que hace poco se liberaron de la dependencia colonial. Pero es claro que ni hablarse puede de unidad de intereses entre los países subdesarrollados económicamente y los Estados imperialistas. Al contrario, de hecho existe la unidad (pareja a las contradicciones) de todos los Estados imperialistas en su lucha contra el movimiento nacional liberador. («Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)

Como vemos, en la cuestión de la fuerza rectora del proceso revolucionario mundial, los dirigentes chinos se han apartado del enfoque proletario y de clase, suplantándolo por un enfoque pequeño-burgués. El marxismo-leninismo formuló y fundamentó la idea de la dirección (hegemonía) de la clase obrera como condición precisa para la victoria en la lucha por la transformación revolucionaria del mundo. Sólo con la hegemonía de la clase obrera, y hay que decir que hoy día la fuerza de la clase obrera internacional está plasmada, ante todo, en el sistema socialista mundial, el movimiento antiimperialista de las masas populares adquiere en fin de cuentas genuino carácter socialista y culmina con el paso a la vía de la revolución socialista. (Ibíd.)

Comentario:
Tardó casi 20 años Hoxha en «descubrir», o mejor dicho, en hacer suyo uno de los ataques, con los mismos argumentos, del viejo revisionismo kruschovita: que el Presidente Mao negaba la dirección proletaria de la revolución. No vamos a perder el tiempo en refutar esta inmunda mentira, no sustentada en ningún hecho y ya aplastada en lucha contra el revisionismo cuando la levantaron Suslov (1963), Togliatti (1964) y otros revisionistas, y que aún siguen repitiendo y repicando vilmente los nuevos y viejos revisionistas y demás ralea de felones.
Pero sí es necesario conocer qué es aquello que «Kommunist» nombra como concepto de «zona intermedia» y «demostración» de que el Presidente Mao sustituía el análisis de clase por el geográfico o racial (Asia, Latinoamérica y África). Para este fin, reproducimos un fragmento de la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» (Casa editora: Naim Frashëri. Tirana. 1ª ed. 1971. págs. 626-635), sobre la posición defendida por el PTA en su V Congreso (1966) sobre la lucha contra el imperialismo, el revisionismo y cuál era el lugar de potencias imperialistas como Francia en la cadena imperialista, que fue la posición, en lo fundamental, de todos los partidos comunistas, en su combate contra el revisionismo «soviético» [1]:

«El V Congreso [1966.- Nota Mar Armado de Masas] hizo un análisis profundo marxista-leninista de la situación internacional, sacando de él la conclusión principal de que, la lucha sin compromisos contra el imperialismo encabezado por el norteamericano y contra el revisionismo contemporáneo con el soviético a la cabeza, era un deber de importancia decisiva para los destinos de la libertad y la independencia, para el futuro del socialismo en escala nacional e internacional.
«Una de las fundamentales características de la situación internacional, era la cristalización de una nueva alianza entre el imperialismo norteamericano y el imperialismo revisionista soviético. Esta alianza tenía por base los intereses y los objetivos estratégicos inmediatos comunes de estas dos grandes potencias por el reparto de las zonas de influencia y el establecimiento de su hegemonía en el mundo. Para el logro de este objetivo, tanto los imperialistas norteamericanos como los dirigentes soviéticos se fijaron por tarea: combatir el marxismo-leninismo, la teoría científica de la revolución socialista y la construcción del socialismo, y luego sustituirla con teorías modernas burguesas y oportunistas; destruir a los partidos marxista-leninistas principalmente mediante la degeneración y transformarlos en partidos reformistas, contrarrevolucionarios de tipo socialdemócrata; liquidar el régimen socialista, la dictadura del proletariado a través de la degeneración, y allí donde no fuese posible, mediante la intervención armada; destruir el sistema socialista mundial y el movimiento comunista internacional. El imperialismo norteamericano y el imperialismo revisionista soviético tenían como principal enemigo común a los países socialistas que se mantenían en posiciones revolucionarias y a todas las fuerzas revolucionarias que luchaban por la libertad, la independencia y el socialismo. El mayor enemigo, el obstáculo insuperable en la realización de los designios hegemónicos de los capitalistas norteamericanos y de los revisionistas contemporáneos era la República Popular China. Por ello es que todos sus golpes principales los habían dirigido contra ella.
«Los dirigentes revisionistas soviéticos se esforzaban en encubrir en cualquier forma la nueva alianza soviético-norteamericana utilizando una fraseología demagógica «antiimperialista». Pero esto no era posible, ya que toda su política exterior y su actividad práctica en el plano internacional estaban impregnadas de la amistad y la colaboración con los imperialistas norteamericanos. La alianza soviético-norteamericana se concretaba pues el día a día y se desarrollaba en todos los terrenos mediante tratados y diversos acuerdos, tanto abiertos como secretos. Pero la alianza entre los Estados Unidos de América y la Unión Soviética no se desarrollaría sin dificultades ni contradicciones.
           “Al mismo tiempo -señalaba el camarada Enver Hoxha- cada una de estas dos potencias se esfuerza en hacer prevalecer su superioridad, en fortalecer al grupo de sus amigos en torno suyo, en combatir a los grupos del otro con el fin de quitarle a sus aliados, en ampliar su esfera de influencia a costa de su socio.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 23.)
«El imperialismo norteamericano había aceptado la coexistencia pacífica y la colaboración con la Unión Soviética únicamente para frenar la revolución mundial, para obstaculizar la difusión de las ideas del marxismo-leninismo, para oponerse a la República Popular China, para sofocar las luchas de liberación de los pueblos, sobre todo la lucha del pueblo vietnamita. Los Estados Unidos no renunciarían jamás a su último objetivo de tener ellos solos la hegemonía en el mundo.
«Sus objetivos de dominación mundial y la ley del desarrollo desigual de los países capitalistas habían puesto al imperialismo norteamericano en profundas contradicciones no sólo con todos los pueblos del mundo, sino también con sus aliados -las otras potencias imperialistas, sobre todo con Francia, lo mismo que con Alemania Occidental, Inglaterra, Japón, etc. Estas contradicciones habían ocasionado profundas grietas en el campo imperialista mundial y debilitaban el potencial del imperialismo norteamericano. Contradicciones de tal índole, que socavaban el frente imperialista, socavaban también el frente revisionista mundial.
                      “Actualmente el frente revisionista está minado desde sus cimientos, y semeja a una manada de lobos hambrientos prestos a devorarse unos a otros. La orquesta revisionista no obedece ya a la batuta del director. Las tendencias centrífugas y policentrístas se están pues acentuando, el chovinismo de gran potencia ha engendrado, como reacción inevitable, el estrecho nacionalismo local. Las diversas variantes del revisionismo pugnan entre ellas por zonas de influencia, buscan ser más libres, más independientes del rublo para ponerse bajo la dependencia del dólar. Cada cual se esfuerza en defender sus intereses económicos, políticos y militares para hacerlos prevalecer sobre los de los otros revisionistas.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 179.)
«La presencia y la constante agudización de las contradicciones en el frente imperialista y el revisionista, entre los imperialistas norteamericanos y los revisionistas de la Unión Soviética (a la par de las profundas contradicciones antagónicas que se manifestaban dentro de los mismos países imperialistas y en los países donde dominaban los revisionistas) eran muestra de su debilidad, la que constantemente se agudizaba. Este hecho, subrayaba el Congreso, exige que se lo comprenda correctamente, no se debe sobrestimar las contradicciones entre los enemigos. Pueden en un momento reñir y devorarse entre ellos, pero se juntan para golpear la revolución y el socialismo. El más grande peligro para la humanidad constituye sobre todo la alianza soviético-norteamericana. Para conjurar este peligro, fortalecer la lucha revolucionaria, para acrecentar la confianza de los pueblos en la victoria final de esta lucha sobre el imperialismo y el revisionismo, es necesario aprovechar las contradicciones en las filas de los enemigos.
«El V Congreso reafirmó una vez más la convicción del Partido del Trabajo de Albania que
“sólo con la lucha resuelta y común de todos los pueblos del mundo, de las fuerzas revolucionarias de nuestra época -el socialismo, los movimientos de liberación nacional y el movimiento comunista y obrero internacional- se pueden desbaratar los planes de agresión y de esclavización del imperialismo encabezado por los Estados Unidos de América, conjurar una nueva guerra mundial, llevar adelante la revolución y lograr la liberación de los pueblos y la victoria del socialismo y del comunismo.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 19.)
«El Congreso puso bien en claro que esta lucha no era fácil y que la victoria no sería rápida. Surgía pues el imperativo de que los pueblos se preparasen para una ardua lucha, prolongada y difícil, que exigía sangre y sacrificios, una firmeza indoblegable y heroísmo. Esta lucha se desarrollaría con ascensos y descensos, con avances y retrocesos, con éxitos y fracasos temporales hasta el logro de la victoria final. La revolución avanzaba sin detenerse por un camino lleno de obstáculos y dificultades. En todas partes del mundo el imperialismo era vapuleado continuamente. La marejada revolucionaria había abarcado sobre todo a Asia, África y América Latina. El heroico pueblo vietnamita con su denodada lucha contra el imperialismo norteamericano se convirtió en ejemplo para todas las fuerzas revolucionarias antiimperialistas que amaban la paz en el mundo. El imperialismo, el revisionismo y todas las fuerzas de la reacción mundial, por débiles que sean no mueren de por sí. Cuanto más se aproxima su fin, tanto más feroces y agresivos se vuelven.
«Para destruir todos los planes de agresión del imperialismo norteamericano, del revisionismo jruschovista y de toda la reacción mundial, para el desarrollo exitoso de la lucha por el logro de la victoria final, el V Congreso planteó, como una necesidad objetiva de gran importancia internacional:
           “la unión de los pueblos en un amplio frente antiimperialista mundial, dirigido en primer lugar contra el principal enemigo de la libertad -el imperialismo norteamericano... El núcleo de este frente son los países socialistas que se mantienen en posiciones revolucionarias y el proletariado mundial, mientras que su base es la alianza de los pueblos y naciones oprimidos que en su conjunto constituyen la inmensa mayoría de la población del globo. El frente unido y revolucionario de los pueblos del mundo entero debe contraponerse hoy al frente común imperialista-revisionista.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 34.)
«Para que este frente tuviera un carácter verdaderamente antiimperialista era enteramente razonable unirse con todos los que mantenían, en una forma u otra, una actitud antiimperialista de hecho y no de palabra, que en cualquier medida luchasen contra el imperialismo, principalmente contra el imperialismo norteamericano.
           “Los revisionistas jruschovistas, -subrayaba el Congreso- por toda su política y actividad se han excluido ellos mismos del frente antiimperialista. Admitirlos en este frente significa admitir una quinta columna, un ‘caballo de Troya’, y minar desde dentro la revolución.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 189.)
«El Partido del Trabajo de Albania en su V Congreso puso una vez más de relieve que no aceptaría ninguna clase de unidad de acción con los revisionistas jruschovistas. Actuar en forma diferente, no sería otra cosa sino traicionar a su propio pueblo, al socialismo, al marxismo-leninismo. El revisionismo contemporáneo con centro en la dirección soviética constituía no solamente uno de los principales peligros, sino también uno de los principales enemigos del movimiento comunista y obrero internacional.
«El Congreso reiteró que la consigna de “unidad de acción” que utilizaban los revisionistas para una supuesta “lucha contra el imperialismo” era simplemente una embaucadora maniobra demagógica. Sobre la base de los principios, el Congreso criticó acremente a todos aquellos que estando lejos de combatir directamente al revisionismo aparentaban hacerlo, cerraban los ojos ante la realidad, fingían no percatarse de la traición de la dirección revisionista, buscaban la conciliación y la unidad con los revisionistas, y se situaban en una posición centrista. [2]
«En la lucha contra el revisionismo, señalaba el Partido del Trabajo de Albania,
“no puede haber una línea intermedia. La línea de ‘tercera posición’ es la línea de conciliación de los contrarios, de los que jamás podrá conciliarse. Esta línea intermedia no puede servir ni siquiera para encubrir las desviaciones de los principios marxista-leninistas, ya que la lucha contra el revisionismo, si no se inspira en una causa ideológica, sino sólo en algunas contradicciones económicas, políticas, en bases nacionalistas chovinistas, no es más que un engaño que no irá muy lejos. Quien mantenga esa línea en su actitud hacia los renegados del marxismo-leninismo, tarde o temprano corre el peligro de deslizarse a las posiciones de estos últimos... A nuestro juicio, hoy se plantea con gran fuerza en el orden del día, como uno de los problemas más agudos y actuales, no la conciliación y la unidad con los revisionistas sino el romper y separarse definitivamente de ellos.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, págs. 193-194.) [3]
                      “El Partido del Trabajo de Albania estima que la lucha contra el revisionismo en general y contra el revisionismo jruschovista y titoísta en particular debe ser elevada a un más alto nivel.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, págs. 183-184.)
«El Congreso saludó la creación de una serie de nuevos partidos y grupos marxista-leninistas en diversos países del mundo, incluyendo también a los de algunos países dominados por los revisionistas.
«Expresó una vez más la disposición del Partido del Trabajo de Albania de ayudar en la medida de todas sus posibilidades, a las nuevas fuerzas marxista-leninistas y a todos los que luchaban contra el imperialismo y revisionismo.
           “Nosotros consideramos esto como nuestra elevada tarea internacionalista, ya que vemos en el crecimiento y desarrollo de estas nuevas fuerzas revolucionarias el única camino justo que conduce al triunfo del marxismo-leninismo y a la derrota del revisionismo” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 183.)
«La creación de los nuevos partidos y grupos marxista-leninistas era la consecuencia del proceso de diferenciación que había comenzado y continuaba desarrollándose ininterrumpidamente entre el marxismo-leninismo y el revisionismo. Este era un proceso lógico de la lucha entre las dos ideologías opuestas que nunca podrían coexistir en el seno de un partido marxista-leninista, ni en el del movimiento comunista internacional. El oportunismo y el revisionismo han sido y seguirán siendo siempre los principales causantes de la escisión de los partidos de la clase obrera y del movimiento comunista y obrera internacional.
“La historia del movimiento comunista internacional demuestra que éste ha ido de la unidad a la escisión, y de la escisión a una nueva unidad sobre una nueva y más elevada base.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 162.)
«El Partido de Trabajo de Albania tomaba en consideración precisamente esta ley objetiva al declarar firmemente que:
“la unidad en el movimiento comunista y en el campo socialista será restablecida, pero esta lo harán los marxista-leninistas, sin revisionistas ni traidores y mediante una resuelta lucha contra ellos.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 168.)
«Para desbaratar el frente imperialista-revisionista, para fortalecer el espíritu revolucionario y combativo del comunismo internacional, el V Congreso juzgó imprescindible y urgente, el establecimiento de vínculos y de estrecha colaboración, y el fortalecimiento de la unidad ideológica y de la acción entre los partidos y todas las fuerzas marxista-leninistas de los diversos países, sobre la base del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario.
«Considerando el gran papel que desempeñaban la República Popular China y el Partido Comunista de China, conducidos por el gran marxista-leninista Mao Tsetung en el movimiento comunista revolucionario y de liberación mundial, el Partido del Trabajo de Albania estimaba
“que todos los partidos y fuerzas marxista-leninistas, sobre bases de igualdad e independencia, deben unirse estrechamente con el Partido Comunista de China y la República Popular China y formar con ellos un bloque de acero donde se estrellen todos nuestros enemigos.” (Enver Hoxha. Informe presentado al V Congreso del PTA. V Congreso del PTA, pág. 197.) [4]



La “teoría del desarrollo de las fuerzas productivas”:

Con las enormes conquistas de la ciencia y la técnica los países socialistas crean con acierto una base material y técnica que les permite elevar en flecha el nivel de vida de la población y sienta las premisas indispensables para llegar a la completa igualdad social de todos los miembros de la sociedad, para aplicar el principio del comunismo: “De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según sus necesidades”. Por el triunfo del marxismo-leninismo creador: contra la revisión del rumbo del movimiento comunista internacional». Kommunist. 1963.)

Comentario:
Como consecuencia lógica de la supuesta desaparición de los antagonismos de clase en la sociedad socialista, como afirmaba la burguesía burocrática rusa en el poder, la técnica y la ciencia desplazaban a la lucha de clases y al combate a la burguesía en todos los campos en el camino hacia el comunismo.
En el XXIV Congreso del PCUS (1971), ya con Brézhnev, la camarilla revisionista soviética va a prestar una atención especial a la cuestión de la técnica y a la «teoría del desarrollo de las fuerzas productivas». Primero negaron la lucha de clases en el socialismo y la necesidad de la dictadura del proletariado, y ahora desarrollaban plenamente la tesis contrarrevolucionaria del papel fundamental de la técnica, de los técnicos y de la obediencia ciega de la clase obrera a éstos, destacando el papel de la llamada revolución científico técnica (RCT). Para llegar al comunismo y poder aplicar el principio de “De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según sus necesidades”, bastaba con incrementar la producción, siendo los tres pilares de la sociedad «socialista»: la técnica, la ciencia y la organización del trabajo. Carrillo lo explicó muy bien: nuestro «socialismo» es igualito al capitalismo, sólo que gobernamos los revisionistas.
En Cuba, como ejemplo de revisionistas y fieles lacayos y servidores del hegemonismo ruso, también se planteó la cuestión científico-técnica: «En la lucha por aumentar la productividad del trabajo es fundamental conocer y aprovechar los logros de la Revolución Científico-Técnica,...». (Rojas, Ernesto A. Tesis y Resoluciones. Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba. Ciudad de La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1978.)
En Albania, Hoxha hace suya esta tesis revisionista. El 20 de septiembre de 1978 en un discurso pronunciado en una reunión del Consejo General del Frente Democrático de Albania afirmaba lo siguiente:
La República Popular Socialista de Albania y nuestra sociedad socialista difieren radicalmente de los Estados y las sociedades capitalistas-revisionistas de los diversos países del mundo. ¿En qué consiste esa diferencia? En primer lugar, en la base económica, en la estructura de la sociedad y en la superestructura que refleja esta base. La base y la superestructura en las sociedades capitalistas y revisionistas tienen una estructura interna antagónica, mientras en nuestra sociedad están exentas de antagonismos de clase y, como tales, se perfeccionan continuamente. (E. Hoxha. La democracia proletaria es la verdadera democracia. Ed. «8 Nëntori», Tirana, 1978.p.9)

Y como poseído por el espíritu de Brézhnev, en una sociedad digna del propio Confucio y tan «armónica» como la albanesa, sin antagonismos de clase, Hoxha se lanzó también por el camino de la RCT. De esta forma en el VIII Congreso del PTA, la técnica, el cálculo económico y el control sobre la clase obrera habían desplazado plenamente a la lucha de clases como motor de la historia:
El trabajo de dirección y organización debe materializarse en el incremento de la producción y en el aumento de la efectividad de los gastos en todas las esferas de la actividad económica. A lo largo del séptimo plan quinquenal la renta nacional acusará un aumento más rápido que la producción social; este incremento será obtenido, en una proporción superior al 46 por ciento, de la elevación de la productividad del trabajo, la que, en el sector de la industria y la construcción, aumentará de 2 a 3 veces más rápidamente que en el quinquenio precedente; el aumento de los ingresos netos de las empresas se logrará en su mayor parte gracias a la reducción del costo de la producción, de la construcción y de los servicios.
De la realización de estos objetivos depende en una considerable medida el desarrollo proporcional de toda la economía, la realización de los ritmos previstos y de todas las tareas del plan con nuestras propias fuerzas. Los caminos para alcanzarlos deben buscarse en la producción, en la profundización de la revolución técnico-científica, en la ampliación de la mecanización, en el reforzamiento de la disciplina y en el aprovechamiento del tiempo de trabajo, en la reducción del costo, en la utilización racional de la base material y técnica, es decir, en el descubrimiento y en el aprovechamiento de todas las reservas internas de que dispone la economía, apoyándose firmemente en la experiencia avanzada, en los logros de la ciencia y la técnica.
El trabajo de la gente, con alta calidad y rendimiento, es el factor determinante para asegurar el aumento de la efectividad de la producción y para impulsar toda la economía. (E. Hoxha. Informe sobre la actividad del Comité Central del PTA. Presentado ante el VII Congreso del PTA. 1981)           

Remarcamos cómo para Hoxha: la ampliación de la mecanización, el reforzamiento de la disciplina de la clase obrera en los centros de trabajo, el aprovechamiento del tiempo de trabajo, la reducción del costo, la utilización racional de la base material y la técnica son los factores principales para impulsar la economía y no la lucha de clases y la transformación de las relaciones de producción.
La dirección revisionista china, tras el golpe de estado contrarrevolucionario, en el XI Congreso del PCCH (1977) enarboló sin ningún rubor la teoría del «desarrollo de la fuerzas productivas» y anunció la implementación de las «cuatro modernizaciones». No parafraseó a Breznhev como Hoxha, simplemente afirmaron que «las fuerzas productivas son el factor más revolucionario». La lucha de clases y la dictadura del proletariado sólo las nombraron para legitimarse y llevar adelante la contrarrevolución, negar la Gran Revolución Cultural Proletaria, tratar de apuntalar la restauración capitalista y conducir al país a un «gran orden»... fascista en el interior e imperialista en el exterior.           
En el «Informe sobre la labor del Gobierno» presentado por Hua kuofeng ante la II Sesión de la V Asamblea Popular Nacional (1979) sobre la lucha de clases afirma: «La lucha de clases que realizamos ha dejado de ser hoy día la contradicción principal en nuestra sociedad y debe girar en torno a la tarea central, la modernización socialista, y estar a su servicio». Sobre la burguesía: «En las condiciones históricas de nuestro país, la clase capitalista forma parte del pueblo de la República Popular China», «la clase capitalista ha desaparecido como tal», además se debían corregir «las tendencias igualitaristas». Fue la línea roja encabezada por Chiang Ching, a la muerte del Presidente Mao, la que combatió la restauración del capitalismo en China como reconocen los revisionistas chinos. Fue la línea roja la que luchó resueltamente contra las «cuatro modernizaciones» y la «Teoría de los Tres Mundos», y así lo recogen los documentos publicados por la gran burguesía china ya en el Poder:

«La banda [5] hizo cuanto pudo por difamar y atacar la modernización, alegando que ‘el día del cumplimiento de las cuatro modernizaciones será el de la restauración del capitalismo’». (Documentos de la II Sesión de la V Asamblea Popular Nacional de la República Popular China. Ediciones en lenguas Extranjeras. Pekín. 1ª ed. 1979. pág. 13)

«En China, también ha habido frenéticos opositores a la teoría... de los tres mundos; ellos son la ‘banda de los cuatro’, Wang Jung-weng, Chang Chun-chiao, Chiang Ching y Yao Wen-yuan. Ostentando las más ‘revolucionarias’ divisas, se opusieron a que nuestro país apoyara al tercer mundo y se uniera con todas las fuerzas unibles y a que asestáramos golpes al enemigo más peligroso. Ellos intentaron sabotear el establecimiento de un frente único internacional contra el hegemonismo e interfirieron en nuestra lucha antihegemonista, amoldándose a las necesidades del socialimperialismo soviético.» (La teoría del Presidente Mao sobre los tres mundos constituye una gran contribución al marxismo-leninismo. Redacción del Renmin Ribao. Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín. 1ª ed. 1977. pág. 24)


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NOTAS

MAR ARMADO DE MASAS


[1]            En la Conferencia de Bucarest (1960) se dio una aguda lucha de dos líneas entre el PCCh y el PCUS. El PTA guarda silencio ante las tesis revisionistas de Kruschev. En la posterior Conferencia de Moscú (1960) el PTA toma posición por las posiciones defendidas por el PCCh, por tanto, lo que los revisionistas kruschovitas llamaron «teoría de las zonas intermedias» fue defendida en Bucarest por el PTA y por Hoxha:
Al comienzo el camarada Enver Hoxha trató sobre los problemas fundamentales sobre los cuales existían contradicciones en el seno del movimiento comunista y obrero internacional tales como: la definición del carácter de nuestra época; la guerra y la paz; los caminos de transición al socialismo; la coexistencia pacífica; el revisionismo y el dogmatismo; la unidad del campo socialista y del movimiento comunista y obrero internacional.
Una gran lucha de principios primero en Bucarest, donde, como es sabido, los dirigentes soviéticos y los de algunos otros partidos pretendieron plantear como un hecho consumado la «condena» del marxismo, la condena de los correctos puntos de vista defendidos por el Partido Comunista de China, calificándole de «dogmático» y «sectario». (E. Hoxha. Informe en el XXI Pleno del CC del PTA: Albania frente a los jruschovistas, 1960. Casa Editora: 8 Nëntori. Tirana, 1977. Versión digital: http://www.enverhoxha.ru. págs. 366-367)

            
[2]           En la segunda edición de la Historia del Partido del Trabajo de Albania (1980) se añade este texto como ejemplo de la manipulación del texto original:

«Una vez más el PTA declaró con determinación en su respuesta a las posturas vacilantes de los dirigentes del PC de China respecto a esta cuestión, a sus tendencias a unirse con los diversos revisionistas, incluidos los soviéticos, en un frente único antiimperialista».

Esta afirmación de Hoxha es claramente contraria a los hechos, es una mentira. Así se refleja, entre otros documentos, en el Informe presentado por Hoxha el 19 de diciembre de 1960 en el XXI Pleno del CC del PTA «Sobre la Conferencia de los Representantes de los Partidos Comunistas y obreros reunida en Moscú en noviembre de 1960» donde sobre la unidad del movimiento comunista y la posición del PCCh informa:

«El discurso de su delegado demostró que el Partido Comunista de China permanece firmemente en sus justas posiciones marxista-leninistas, que éste es el único camino justo para alcanzar la unidad.» (E. Hoxha. Albania frente a los revisionistas jruschovistas: 1960. Ed. 8 Nëntori. Tirana, 1977. pág. 423. Versión digital: http://www.enverhoxha.ru)

«En los últimos tiempos, los vínculos y las relaciones con los camaradas chinos se han hecho aún más estrechos. Esto lo explica el hecho de que nuestros dos partidos avanzan por el mismo camino, con el mismo objetivo, y a ambos les unió y les vinculó más estrechamente la lucha de principios en defensa del marxismo leninismo.» (Ibíd. Pág. 431)

¿Cómo es posible que en el lapso de 20 años la historia se cambie, se adultere y se manipule de semejante forma? Simple y llanamente por un deliberado plan de intoxicación y tráfico de patrañas por parte del revisionismo al servicio del imperialismo y la reacción. La intención obvia es sin lugar a dudas: mentir y mentir que algo quedará. A todos los comunistas y revolucionarios del mundo se les conmina ahora a tener en cuenta todo esto: no es posible creerse esta sarta de embustes. Desde 1979 falsifican los escritos y se erigen en los miserables oportunistas que son, dizque afirmando que ellos en su momento (1960) hicieron “lucha” y que estaban en contra, y bla, bla, bla... Falsedad, tras falsedad, sólo para coludirse con los demás revisionistas del mundo, tergiversar, deformar y enturbiar la ideología del proletariado y así desviar y boicotear la revolución mundial. Todo esto, también, para encubrir el cambio de la Línea ideológica y política del PTA que hasta el VII Cogreso tantos triunfos dio.


[3]            Este párrafo desaparece por completo en la segunda edición, mostrando una vez más la manipulación flagrante de la historia del PTA en ésta edición. ¿Por qué desaparece si no hay ninguna referencia a la República Popular China? Pues, porque hace referencia a un texto de J. Stalin donde se defiende firmemente la lucha de dos líneas dentro del Partido y afirma que “no puede haber línea intermedia en las cuestiones de principios”, para añadir: “todo el pasado de nuestro partido refrenda la afirmación de que su historia es la historia de la superación de contradicciones en su seno y del fortalecimiento constante de sus filas sobre la base de esa superación”, “únicamente quiero decir que sólo mediante la lucha por una línea basada en los principios marxistas se podrá salvaguardar al Partido de la presión y la influencia de la burguesía. Únicamente quiero decir que sólo superando sus contradicciones internas es posible sanear y fortalecer el partido.” (Una vez más sobre la desviación socialdemócrata en nuestro Partido. Las discrepancias en el PC(b) de la URSS. 1926. J.V. Stalin. Obras Escogidas. Ed. 8 Nëtori. Tirana. 1981. Págs. 226-232)

[4]            Es necesario recalcar cómo en la 2ª edición de la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» (1982) Hoxha ataca la línea internacional defendida por el PTA en años de combate al revisionismo, por tanto, no debe extrañar que en la segunda edición aparezca sosteniendo posiciones contrarias a la primera. Una prueba más de que la campaña antimaoísta sólo encubría el ataque hecho por el propio Hoxha a la línea ideológica y política defendida y aplicada por el PTA hasta su VII Congreso.
La construcción de un frente antiimperialista mundial fue abandonada por el PTA y sustituida por el nacionalismo burgués, como actualmente ocurre con el nuevo revisionismo con membrete de «maoísta», que para no enarbolar, defender y aplicar el maoísmo y la guerra popular se escuda en justificaciones y excusas por la difícil situación internacional:

«Las complejas y difíciles situaciones que se han creado y se crean en el mundo, plantean ante nuestro Partido y nuestro Estado socialista la tarea de mantener siempre en alto la vigilancia revolucionaria y de adoptar medidas para reforzar en todos los sentidos la economía y la defensa, la unidad del pueblo y la conciencia política de las personas. Estas situaciones exigen, asimismo, que nuestra política exterior sea activa, que sirva cada vez mejor a la defensa de los intereses de la patria y de las victorias del socialismo, al progreso de la causa de la revolución, de la liberación de los pueblos y de la paz en el mundo, al respaldo de todos los procesos que benefician a la emancipación y el progreso de la sociedad humana actual.» (La situación internacional y la política exterior de la RPS de Albania. Informe sobre la actividad del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania. Presentado ante el VIII Congreso del PTA. E. Hoxha. 1° de noviembre de 1981. pág. 204. Edición digital: http://www.enverhoxha.ru) (*)

Sobre la práctica hoxhista a nivel internacional sólo cabe señalar lo mismo. La revista «Teoría y práctica» que nace con el objetivo de aglutinar el campo hoxhista dice:

“La actual situación internacional de creciente peligro de guerra imperialista, así como la aguda crisis económica del conjunto del sistema capitalista; la exacerbada lucha por la hegemonía mundial entre las dos superpotencias y otros países imperialistas cada día más agresivas y rapaces, la Unión soviética y los Estados Unidos, hacen más urgente que nunca el reforzamiento de los lazos y la colaboración entre todos los auténticos Partidos marxistas-leninistas, sobre la base de un mejor conocimiento mutuo.” (Teoría y Práctica. nº1. 1983. Pág.5)

Y eso fue «Teoría y Práctica», una publicación donde cada organización exponía sus cuestiones locales al margen de la revolución proletaria mundial, y no dudamos que debió de servir para un «mayor conocimiento mutuo» sin lucha ideológica alguna, pero no para levantar un potente movimiento antiimperialista mundial, pues ese no fue nunca su objetivo. Ahora, el viejo y nuevo revisionismo, en sus publicaciones refleja esta posición revisionista, convirtiendo a éstas en un catálogo de cuestiones nacionales y problemas «propios»: que el mundo está muy complicado para la revolución, como defienden la LOD en el Perú, Avakian en Estados Unidos y Pachandra en Nepal, entre otros miserables oportunistas. Llegando a considerar cualquier crítica ideológica, política u orgánica a un Partido u organización un ataque o una injerencia en asuntos internos, no viendo los procesos revolucionarios como parte de la revolución proletaria mundial, sino como desarrollos locales. Tener en cuenta, revolucionarios y comunistas del mundo, sinceramente comprometidos con la clase, que, con esta posición, (la que se usó en Etiopía como hoxhismo, o en Nepal como nuevo revisionismo), sólo se puede terminar capitulando ante el imperialismo.

[5]            Los revisionistas chinos como forma de descalificar las posiciones revolucionarias de Chiang Ching y sus camaradas, defensores de la línea roja del Presidente Mao, usaron el ataque personal y la difamación llamándoles la “banda de los cuatro”.

(*)            Todo el texto está resaltado en negrita en el documento original.


DOCUMENTACIÓN ADICIONAL:

https://docs.google.com/file/d/0B8BcgVoOBmLeSTR5MnJ6NXJLU1k/edit

 https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorY1JMSTNUOGRlRHM/view?usp=sharing

 https://drive.google.com/file/d/0B0cNhGDp1iorWC1fM2RkendKTjA/view