jueves, 26 de junio de 2014

jueves, 19 de junio de 2014

¡VIVA EL DÍA DE LA HEROICIDAD!





¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡VIVA EL DÍA DE LA HEROICIDAD!
¡HÉROES DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ:
PERPETUO EJEMPLO DE CÓMO MANTENER EL RUMBO 
Y DAR LA VIDA POR EL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!

"La gloriosa muerte beligerante de estos prisioneros de guerra se abriga con la sangre ya vertida y ante ella los comunistas, los combatientes y los hijos del pueblo, armados, asumimos el compromiso indeclinable de seguir su luminosos ejemplo, para desarrollando guerra popular servir a la revolución mundial hasta que la luz inmarcesible del comunismo se presente en todo el orbe bajo las invictas banderas de Marx, Lenin y Mao Tse-tung, del siempre vivo marxismo-leninismo-maoísmo.
¡Gloria a los héroes caídos, viva la revolución!"
(CC del Partido Comunista del Perú Perú, Junio 1986)

El 19 de junio de 1986, el fascista gobierno aprista de Alan García junto con las fuerzas armadas y policiales reaccionarias, con el respaldo de la Internacional Socialista, que estaba reunida en Lima, con todo el contubernio vil y macabro de la reacción y del revisionismo, ejecutó el  genocidio de cientos de prisioneros de guerra.

Los mejores hijos del Pueblo, fraguados en guerra popular, dieron la vida por el Partido y la Revolución. Ellos son ejemplo de comunistas, ellos son modelo de revolucionarios que nunca pensaron en la capitulación. Ellos se levantan como el arquetipo de la no claudicación. Su paradigma aplasta y barre todo el discurso de aquellos felones que ahora quieren vender la "paz" de los cementerios, manipuladores y rufianes que dizque "optan por nuevas formas de lucha", cretinos parlamentarios, amamantados con el negro veneno de los genocidas; traidores y ruines, que con  engañifas y teatrillos quieren acomodar sus miserables pellejos en el estercolero de este viejo, caduco y podrido sistema. Estos abyectos fulanos quieren ocultar y falsificar con sus patrañas el glorioso camino de los héroes de nuestra guerra popular, héroes del PCP: ¡vanos y desgraciados deseos! ¡Nada podrá silenciar ni viciar el ejemplo de nuestros héroes! Por más que canten triunfos y quieran mostrar éxitos pírricos (como los canallas de la LOD con sus "pioneritos"): asco y desprecio es lo que dan; repugnancia se tiene al ver cómo estos elementos se han convertido en lacayos, en ratas, que sirven (gobierno tras gobierno) al nuevo gobierno genocida y vendepatria en sus aspiraciones de que, como en el 79, un grupo de revisionistas avale y dé legitimidad a esta podre  de la "democracia" burguesa, y  ahora con el añadido de que se monte el melodrama de que "abjuran de la violencia", que es la consigna de la reacción mundial y del imperialismo para acabar con todas las luchas y guerras revolucionarias del mundo: sino ver a ETA, FARC, Nepal, etc.; a todas las organizaciones que abdican, que "deponen las armas", o que, en definitiva, se venden por un plato de lentejas, se les exige eso.

Hoy, pasados 28 años, el Comité Central del Partido Comunista del Perú mantiene su compromiso inalterable de desarrollar la guerra popular al servicio de la revolución proletaria mundial, combatir al imperialismo, a la reacción y al revisionismo de viejo y nuevo cuño, y de no cejar en la lucha intensa y denodada por mantener el rumbo.

A nivel internacional el imperialismo se encuentra en su crisis final. El imperialismo yanqui busca mantener su hegemonía en el mundo y para esto necesita del nuevo revisionismo para que frene el inicio y desarrollo de guerras populares en el mundo y para que no se desarrolle ningún movimiento de apoyo a la revolución en el mundo y menos que se desarrolle ningún movimiento que lo golpee desde dentro. Por tanto, además de desplegar sus fuerzas alrededor de África, Asia y Rusia necesita del revisionismo para que sólo exista contienda interimperialista y contener la revolución en el mundo. El PCR (EE.UU.) con Avakian a su cabeza, Prachanda y todo el nuevo revisionismo que se desarrolla en el mundo cumplen su papel de sostener este sistema: impedir que se inicie o desarrolle guerras populares. Los nuevos lacayos, los nuevos tontos útiles del imperialismo trabajan denodadamente frenando la revolución mundial para que éste tenga el campo despejado y así despelleje a los pueblos sin traba alguna. Los imperialistas contendientes (en artera colusión y brutal pugna) quieren el mundo tranquilo para poderlo despedazar, para poder realizar su bárbara e inhumana repartija sin sobresaltos.

Hay que ver cómo las organizaciones árabes montadas por el imperialismo yanqui y la OTAN sólo sirven para que las masas que luchan sean carne de cañón, que sólo valen para que el imperialismo yanqui tome posición geopolítica en su disputa con otras potencias imperialistas. El imperialismo yanqui ya ni siquiera mantiene las formas, levantando gobiernos fascistas. El imperialismo yanqui no va a salir de Ucrania, ni de Siria y otros países pues necesita de recursos energéticos, materias primas, etc,. para mantener su tambaleante hegemonía. Cada año que pasa se profundiza la crisis del imperialismo y se amplían los ámbitos de guerra: el asunto está en que mientras el socialimperialismo Chino y el imperialismo ruso, tratan de reorganizar el imperialismo conforme a sus intereses, también el imperialismo yanqui trata de mantener su hegemonía.

Los hechos demuestran que nos encontramos en la ofensiva estratégica de la revolución proletaria mundial y dentro de ella estamos en un momento de inflexión del Movimiento Comunista Internacional. Se necesitan Partidos Comunistas que dirijan guerras populares, y que el maoísmo sea  único mando y guía de la revolución proletaria mundial. Será en medio de la guerra de donde saldrán los Partidos y Jefaturas.

Tras la captura del Presidente Gonzalo el revisionismo se desbocó dentro del MRI, y los que se opusieron al maoísmo hoy lo tergiversan. El Partido Comunista de Nepal y otros caen en el revisionismo mientras el imperialismo yanqui sufre la que los propios economistas burgueses han llamado la gran recesión (2008-2014).

En el Perú, el imperialismo, la reacción y el revisionismo tratan de llevar a cabo las tres tareas pendientes del Estado reaccionario. Para ello La LOD y la LOI apuntan a las elecciones de 2016 y presentar un maoísmo de membrete para legitimar el Estado reaccionario en el momento en que el Perú entra en crisis y el imperialismo está en pugna por el reparto del mundo.

Resumiendo, el imperialismo yanqui necesita y busca afianzar en el mundo y en el Perú un revisionismo que enarbole “maoísmo” para frenar la revolución en el mundo.

En el Perú el CC del PCP desarrolla la guerra popular, manteniendo el rumbo, firme en los principios, centrando en el trabajo de masas y combatiendo con guerra popular al imperialismo, principalmente yanqui, a la reacción y al nuevo revisionismo, tanto a la LOD como a la LOI en el Perú, como al nuevo revisionismo a nivel internacional.

El Partido Comunista del Perú, con su Comité Central, vórtice de lucha, lo tiene claro y sigue adelante, sin cesar un minuto y en dura brega, forjando dirección, formando cuadros, cuajando comunistas, acerando camaradas que son imagen y semejanza de nuestros héroes, de aquellos que, tal y como sancionó el presidente Gonzalo, fueron camaradas que "nunca hincaron la rodilla" y, que ante el ciego odio y la perversa furia homicida de las fuerzas armadas y aparatos represivos, blandieron "indoblegable, férrea resistencia feroz [...] los camaradas, combatientes e hijos de las masas enarbolaron ideología, valor y heroicidad desplegadas audazmente en encendido desafío bélico; y si la bestia reaccionaria bebió sangre hasta el hartazgo para imponer la paz de los muertos, las vidas miserable y arteramente cegadas se transformaron en imperecederas, plasman la trilogía monumental de las luminosas trincheras de combate del Frontón, Lurigancho y el Callao, hito histórico que proclamará más y más la grandeza del Día de la Heroicidad".

Este día quedó grabado en las mentes y corazones del pueblo en el Perú y en los pueblos del mundo. El "Día de la Heroicidad" nos enseña a no rendirnos y cómo una aparente pérdida se transforma en victoria, porque la masacre de cientos de camaradas en las luminosas trincheras de combate fue en realidad una gran victoria política, militar y moral para el PCP, para la clase y el pueblo: "Así, los prisioneros de guerra, como el personaje de la historia, siguen ganando batallas más allá de la muerte, pues viven y combaten en nosotros, conquistando nuevas victorias; su recia e imborrable presencia la sentimos palpitante y luminosa, enseñándonos hoy, mañana y siempre a dar la vida por el Partido y la revolución" (Presidente Gonzalo, 1987).

¡GLORIA AL DÍA DE LA HEROICIDAD!

¡DAR LA VIDA POR EL PARTIDO Y LA REVOLUCIÓN!

¡VIVA EL MAOÍSMO!

¡GUERRA POPULAR HASTA EL COMUNISMO!



19 de junio de 2014
Movimiento Popular Perú

viernes, 13 de junio de 2014

LA LUCHA DE CLASES, LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO. (II)



IV. LA LUCHA DE CLASES, LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO. (II)
(VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA: TESIS, 1928)


23. La socialdemocracia ha jugado, durante todo el período transcurrido, el papel de última reserva de la burguesía, de partido «obrero» burgués. Gracias a ella, la burguesía ha desembarazado el camino para la estabilización del capitalismo (serie de gabinetes de coalición en Europa). La consolidación del capitalismo ha hecho superflua en cierta medida, la función de la socialdemocracia como partido dirigente. Su sustitución en las coaliciones y la formación de gobiernos «puramente burgueses» han sucedido a la «era» llamada del «pacifismo democrático» jugando, por una parte, el papel de oposición y por otra el de agitador y propagandista de la política del «pacifismo realista» y de la «paz industrial», la socialdemocracia ha mantenido bajo su influencia capas importantes de la  clase obrera, ha conquistado una parte de los obreros que abandonaron los partidos burgueses, ha adquirido influencia entre las capas de la pequeña burguesía en vías de radicalización (elecciones en  Francia y en Alemania) y ha entrado de nuevo en los gobiernos en  Europa central. Es preciso darse cuenta, sin embargo, de que estos nuevos gobiernos de coalición, con la participación directa de la socialdemocracia, no pueden ser ni serán jamás, una simple repetición de las combinaciones precedentes, especialmente en lo que concierne a las cuestiones de política exterior en general, y a las cuestiones de política militar en particular. La dirección de la socialdemocracia desempeñará aquí un papel infinitamente más pérfido que en todas las etapas anteriores.

Es preciso igualmente tener en cuenta que, en relación sobre todo en la política de las coaliciones de la socialdemocracia y con la evolución de sus líderes oficiales, es posible un refuerzo del «ala izquierda» de la socialdemocracia (austromarxismo, tranmelismo, ideología del lndependent Labour Party en Inglaterra, del maximalismo en Italia) engañando con esto a las masas obreras con métodos más sutiles y, por consecuencia, más peligrosos para la causa de la revolución proletaria. La experiencia de los periodos críticos (revolución de 1923 en Alemania, huelga inglesa, insurrección de Viena), así como la actitud de los socialdemócratas de «izquierda» en la cuestión de la preparación de la guerra de los imperialistas contra la URSS, han demostrado que los líderes socialdemócratas de izquierda son de hecho los enemigos más peligrosos del comunismo y de la dictadura del proletariado. Esto es particularmente confirmado por la innoble conducta de la socialdemocracia austríaca, este «partido modelo» del ala «izquierda» de la II Internacional, durante los sangrientos combates del proletariado de Viena, en julio de 1927. Esta completa derrota de los Bauer, Adler y Cía. demuestra con evidencia que el «austromarxismo», acentuando cada vez más claramente sus tendencias reaccionarias, sobre todo después de la represión de la insurrección de Viena, traiciona constantemente en la práctica, de una manera innoble, a la clase obrera y es, en manos de los reformistas, el instrumento más peligroso para engañar a las masas revolucionarias. Por esto es por lo que, aun teniendo en cuenta el proceso de radicalización de los obreros en el propio seno de la socialdemocracia y esforzándose por extender cada vez más su influencia entre ellos, los comunistas deben desenmascarar implacablemente a los líderes socialdemócratas de «izquierda», como los más peligrosos agentes de la política burguesa en el seno de la clase obrera y conquistar a la masa obrera que abandona fatalmente a la socialdemocracia.

24. Aun asegurándose el concurso de la socialdemocracia, la burguesía, en los momentos críticos y en condiciones determinadas, organiza una forma fascista del régimen. La marca característica del fascismo es que en el momento del quebrantamiento del régimen económico capitalista y en razón de circunstancias objetivas y subjetivas, la burguesía se aprovecha del descontento de la pequeña y de la media burguesía urbana y rural y aun de ciertas capas del proletariado, para crear un movimiento de masas reaccionario con el fin de detener en su camino el desarrollo de la revolución. El fascismo recurre a métodos de violencia directa para romper la fuerza de las organizaciones de clase obrera y de los campesinos pobres y para tomar el poder. Una vez en el poder, el fascismo se esfuerza por establecer la unidad política y orgánica de todas las clases dominantes de la sociedad capitalista (bancos, gran industria, gran agricultura) y realiza su dictadura integral, abierta y consecuente. Pone a la disposición de las masas dominantes sus fuerzas armadas, especialmente adiestradas para la guerra civil. Realiza un nuevo tipo de estados apoyándose abiertamente en la violencia, la opresión y la corrupción, no solamente de las capas pequeñoburguesas, sino también de ciertos elementos de la clase obrera (empleados, antiguos líderes reformistas transformados en  funcionarios de estados, funcionarios sindicales o del partido fascista, campesinos pobres y proletarios desorganizados reclutados en la milicia fascista).

El fascismo italiano ha conseguido en estos últimos años, por diferentes procedimientos (apoyo del capital americano, opresión social y económica extrema de las masas, ciertas formas de capitalismo de estado) atenuar las consecuencias de la crisis política y económica interior y ha creado un tipo clásico de régimen fascista. Tendencias fascistas y embriones de fascismo existen ahora en todas partes, bajo una forma más o menos desarrollada; la ideología de la colaboración de clases -ideología oficial de la socialdemocracia tiene muchos puntos comunes con la del fascismo. Los métodos fascistas aplicados a la lucha contra el movimiento revolucionario existen bajo una forma embrionaria en la práctica de numerosos partidos socialdemócratas y de la burocracia sindical reformista.

En las relaciones internacionales, el fascismo prosigue una política de violencia y de provocación. La dictadura fascista en Polonia y en Italia manifiesta cada vez más tendencias agresivas y es para el proletariado de todos los países una amenaza constante para la paz, un peligro de aventuras militares y de guerras.



sábado, 7 de junio de 2014

LA LUCHA DE CLASES, LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO.





IV. LA LUCHA DE CLASES, LA SOCIALDEMOCRACIA Y EL FASCISMO. (I)
(VI CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA: TESIS, 1928)


18. A pesar de la agravación de la lucha de clases, el reformismo da indicios de su vitalidad y de su tenacidad política, en el movimiento obrero de Europa y América. La causa general, social y económica, de este hecho fundamental, está en el desarrollo lento de la crisis del capitalismo, en el crecimiento de algunas de sus partes principales y en la declinación relativamente lenta de las otras. Los hechos siguientes se refieren a esto: consolidación creciente de la posición de los Estados Unidos como explotador, acreedor y usurero mundial (“prosperidad” de los Estados Unidos); gran potencia colonial de Inglaterra, que pierde, de modo progresivo solamente, sus posiciones en el mercado mundial; desarrollo de la economía alemana, etc. En relación con este primer proceso, existe; un proceso secundario de integración de los aparatos del Estado y  de las organizaciones patronales con los cuadros superiores de las organizaciones obreras dirigidas por la socialdemocracia, formación de nuevos funcionarios con burócratas obreros (funcionarios de estado, de las municipalidades, de las organizaciones patronales, funcionarios al servicio de las organizaciones “comunes” de obreros y de capitalistas, “representantes del proletariado” en la administración de correos, en los consejos de los ferrocarriles, donde toman, la palabra en nombre de los sindicatos, de la cooperación, etc.).

19. Este proceso de aburguesamiento de los cuadros superiores de la burocracia obrera es conscientemente apoyado y favorecido por la socialdemocracia, que ha pasado de la defensa tímida al apoyo abierto y a la edificación activa del capitalismo, de las frases sobre la lucha de clases a la predicción de la “paz industrial”, de la “defensa” de la “patria” a la preparación de la guerra contra la URSS (Kautski), de la defensa, de palabra, de las colonias, a un apoyo directo de la política de opresión colonial, del pacifismo pequeño-burgués a la edificación de la Sociedad de Naciones imperialista, del revisionismo falsamente marxista al liberalismo del Labour Party británico.

 20. Esta posición ideológica corresponde entera y prácticamente a la actividad de la socialdemocracia y de los líderes sindicales reformistas, en primer lugar su campaña para la aplicación de los métodos “americanos” de corrupción y de descomposición de la clase obrera (actividad del Bureau Internacional del Trabajo, Conferencias de Delegados del Consejo General y del Labour Party con las asociaciones patronales en Inglaterra, el Consejo Económico Nacional en Francia, la «Schlichtungswesen» en Alemania, las leyes de arbitraje obligatorio en diferentes países escandinavos, creación de un órgano común «Cámara de Comercio» y “Cámara Obrera” en Austria, etc.). El pérfido papel de la socialdemocracia y de los líderes de los sindicatos reformistas durante las huelgas y las crisis políticas, durante los conflictos y las insurrecciones en las colonias, su justificación del terror contra los obreros (huelga inglesa, insurección de Viena, huelga de los obreros de los metales en Alemania, disparos contra los obreros en Checoslovaquia y en Polonia, insurrección en Indonesia, revolución en China, insurrección en Siria y en Marruecos, etc., etc.) se completan actualmente con sus encarnizados ataques contra los comunistas y los obreros revolucionarios (política de exclusión y de escisión de los sindicatos, de las cooperativas y de otras organizaciones de masas en diferentes países).

21. Esta política de división de la clase obrera es ampliamente practicada por los líderes reformistas que, por orden de la burguesía, excluyen a los mejores elementos revolucionarios de las organizaciones de masas del proletariado. Es ella una parte integrante de su política de colaboración con la burguesía. Su objeto es minar desde el principio la unidad interior de las filas proletarias y debilitar así su resistencia frente a los ataques del capital. Esta política es uno de los eslabones indispensables de toda su política social-imperialista (política de los armamentos, política antisoviética y de bandidaje en las colonias). Para contrabalancear estas tentativas reformistas de disgregación del frente proletario, los comunistas deben emprender y desarrollar, actualmente sobre todo, una contraofensiva enérgica para  resistir a la política reformista de escisión de las organizaciones de masas del proletariado (sindicatos, cooperativas, asociaciones culturales y deportivas, etc.) por la lucha de masas para la unidad de clase. Los pretendidos líderes de “izquierda” de la socialdemocracia juegan un papel particularmente odioso en los manejos escisionistas del reformismo. De palabra preconizan la unidad, pero de hecho apoyan siempre y sin reservas los métodos criminales de escisión de la Il Internacional y de los partidarios de Amsterdam.

22. En el campo de la política exterior, el estado mayor de la socialdemocracia y de los sindicatos reformistas de los países imperialistas expresa de una manera consecuente los intereses del estado burgués. Apoyar este Estado, sus fuerzas armadas, su policía, sus aspiraciones de expansión, su hostilidad de principio contra la URSS, apoyar los tratados y acuerdos expoliadores, la política colonial, las ocupaciones, las anexiones, los protectorados y los mandatos; apoyar a la Sociedad de Naciones y la odiosa campaña de las potencias imperialistas contra la URSS, participar en el engaño “pacifista” de las masas, en la preparación de guerra contra las repúblicas proletarias, en el engaño a los obreros coloniales (Purcell a las Indias, resolución de la II Internacional sobre la cuestión colonial) - tales son los trazos esenciales de la línea de conducta efectiva de la socialdemocracia en el terreno de la política exterior.